La muerte del individualismo

El retorno a la actividad grupal en cultura

La historia de la cultura en Pergamino, como en la mayoría de las ciudades de nuestro país y Latinoamérica esta signada por la generación del trabajo grupal que en los ’90 desaparece y no por nada misterioso. Los esfuerzos de la dictadura por dividir los grupos teatrales y culturales, con asesinatos y exilios incluidos, fueron superados por el nefasto individualismo de los ’90, representado “argentinisticamente” por Carlos Menem.
Tratando de hacer buena memoria, recordamos que el teatro en la ciudad, era patrimonio cronológicamente de grupos como Tablado Teatro Libre, Leonardo Rodríguez, Grupo de Teatro de Pergamino, Juventud de Teatro, Puentehierro, Grupo de Teatro de la Ciudad, Liberteatro, por nombrar algunos de los representantes principales de aquellos 60, 70 y 80. En el medio hubo más, muchos más. En fin, nadie se animaba a presentar algo sin un grupo que lo “apañara”, ni siquiera en materia de poesía en donde podemos recordar al Grupo Literario de pergamino, del que salieron poetas pergaminenses que hoy ocupan lugares fundamentales en el movimiento poético nacional o en pintura con el Grupo de Pintores, por el que tanto luchó María Hure de Guillermín. Y hasta nos podemos ir mucho más atrás cuando desde el llamado Ateneo, profesionales pergaminenses producían cultura en todos los géneros, recordando entre ellos al doctor Héctor Montardit.
¿Por qué nos referimos a este tema? Porque este es el momento en que, por suerte, los artistas comienzan a pensar nuevamente en la posibilidad de conformar grupos de trabajo. El momento exacto en que la individualidad empieza a decaer para dar lugar a la efectividad del trabajo en conjunto. Esa individualidad que tanto daño hizo en los ’90 y que, por suerte, fracasó en su legado.
En el contexto de renovación de la vida teatral que caracterizó las décadas de los 40, 50, 60, 70 y 80, el concepto cultura de grupo tuvo la virtud de funcionar como un instrumento de construcción de identidad que dio impulso a una intensa actividad de colectivos. Sin embargo, observando el desarrollo de los movimientos asociados con la idea de teatro de grupo se puede decir que este es un teatro de la diversidad. Bajo esa nomenclatura se reúnen grupos que viven exclusivamente del quehacer teatral, y otros cuyos miembros hacen teatro mientras mantienen sus trabajos. Hoy, el contexto de teatro de grupo reúne estructuras profesionalizadas estables; compañías registradas como empresas; agrupaciones amateurs; y hasta "grupos" conformados por apenas dos miembros que algunas veces son parejas.